jueves, julio 29, 2010

poof!


[Nota aclaratoria: Este relato es parte real, parte ficción, con exageraciones de todos los sabores y colores; entre práctico y jocoso]

Introducción
Probablemente soy de las pocas personas que disfrutan ir todos los días a trabajar... mi trabajo requiere mucha interacción con el personal de la empresa, para darles instrucciones, concejos, recomendaciones, y resolver todo tipo de problemas en prácticamente todos los departamentos a lo largo y ancho de la empresa.
Me enorgullece decir que mi relación con la gran mayoría de mis compañeros de trabajo es excelente y con el resto es muy buena.  El horario de trabajo es común y silvestre como en la mayoría de empresas aquí: 7 a 4:30pm, con interacción con personal del tercer turno un ratico por la mañana y una hora con el segundo turno.  Las 4:30 es una "sugerencia", porque si hay que resolver alguna situación los que nos desempeñamos en esta posición nos quedamos hasta que lo resolvemos; afortunadamente esto no pasa a menudo.

En un principio, cuando le estaba "cogiendo el tiro" al ritmo de trabajo, me quedaba trabajando hasta muy tarde, lo cual no me incomodaba porque en aquel entonces estaba soltero, y vivía a menos de dos kilómetros de distancia del trabajo.  Aquella fué una época de mucho aprendizaje de mi parte y de parte de los operadores a los que yo asistía.  En aquel entonces, aparentemente estaba viviendo para trabajar, pero también disfrutaba de la amistad con todas esas personas.

Con esta entrega al trabajo, en cierta forma los "mal-acostumbré" y solo me vine a dar cuenta cuando ya estando casado, tan pronto el reloj marcaba las 4:28 yo ya comenzaba a prepararme para salir, pero los operadores estaban acostumbrados a que yo les resolvía todos los problemas a la hora que fuera, hasta la hora que fuera.
Ahí fué cuando comprendí que mi grupo dependía totalmente de mí y me encontraba violando los principios más básicos de liderazgo y gerencia al no delegar responsabilidades ni entrenar el personal para que pudieran tomar decisiones y actuar para resolver sus propios problemas.

Después de este despertar a la realidad, comencé a entrenar y educar para que se ayudaran a ellos mismos; la dependencia ha disminuído notablemente... sin embargo todavía tienen el viciesito de presentar los chicharrones mas carnudos (los problemas) a eso de las 4:15pm... lamentablemente en esta empresa no hay problema que se resuelva en "quince minutos".  Situación específica (a modo de ejemplo ilustrativo): Pablo con llaves y lonchera en mano, dirigiéndose a la salida de la planta veinte minutos después de la hora de salida, es interceptado en medio corredor por un operador quien pide ayuda con una situación "équis", que después de analizada el resultado es que el problema pudo ser analizado, atacado y resuelto por el operador que ya había sido previamente entrenado para ese tipo de situaciones... una hora y media después: finalmente camino a casa!

Conversando con un compañero de trabajo (el que tiene su cubículo detrás del mío) nos dimos cuenta de que él lleva viviendo una vida paralela a la mía, en su área de trabajo.  Con problemas similares y personal entrenado pero dependiente.  Un buen día comenzamos a salir a la hora en punto (o un poquito después) con precaución de no ser vistos por los operadores.  Al día siguiente encontramos que sí habían podido resolver exitosamente las situaciones que se les presentó, porque sabían que tenían que cumplir con la producción (tal y como habían sido entrenados).  Ese fué el primer paso en la reconquista de nuestras vidas personales.

Una vez probado que los operadores actuales estan entrenados y que sí son capaces de resolver problemas, comenzamos a desarrollar la operación "destete" y el grupo de técnicas que llamamos "poof!" o "actos de desaparición" al final del día (origen de este relato).

El siguiente, es un compendio de diferentes técnicas probablemente aplicables a todos los tipos de trabajo pero que requieren de cierto "moldeo", para ser acomodadas al tipo de trabajo y distribución del lugar de trabajo.

Reglas, Observación y Paciencia
Vale la pena aclarar, que estas técnicas no fueron desarrolladas para evitar el trabajo... Es el resultado de la búsqueda de igualdad y balance en las responsabilidades de todos los miembros de los equipos de trabajo al permitir que todos participen en la solución de los problemas que se presenten y no dejárselos a una sola persona.  Esta información no debe ser confundida o asemejada con las técnicas descritas en el best-seller Colombiano "Guía del Buen Estudiante Vago" de Eduardo Arias y Karl Troller.

Para comenzar, es necesario identificar cuándo se puede realizar el acto de desaparición, la frecuencia y la técnica a utilizar.  No se trata de dejar embalaos' a los demás con problemas que solo vos podés resolver, ni de "desaparecer" todos los días a la misma hora ni de la misma forma.  Es necesario estudiar la distribución de la planta, vías de acceso, rutas de escape y rutas alternas (los planitos de "escape en caso de fuego" deben ser cuidadosamente estudiadas), patrones de comportamiento del personal con el que se interactúa, recurrencia de los problemas a solucionar, reacción de las diferentes personas ante dichos problemas, ... etcétera, para saber cuándo y cómo desaparecer sin dejar rastro.  Esto toma tiempo y muuucha paciencia, pero puede ser considerado como un ejercicio de los que le ponían a uno en las clases de probabilidad y estadística, pero esta vez con un resultado tangible y aplicable.

A manera de ejemplo, digamos que la planta (P) toma la mayor área y está localizada en el centro; cafetería, baños y oficinas (CBO) están localizadas al rededor de la planta; digamos que tu oficina (X) queda en el extremo opuesto a la puerta de entrada y salida de empleados, es decir, el peor de los casos.

Técnicas creativas para entrar y salir.
Una vez alguien me contó que tenía un compañero que siempre llegaba tarde a trabajar, pero que nunca lo habían descubierto, porque siempre aparentaba estar trabajando por un laaargo tiempo; daba la ilusión de haber llegado antes que todos y hasta hacía sentir mal a los que osaban pensar que había llegado tarde.  Definitivamente un maestro en el arte opuesto al nuestro, pero inspirador de un par de técnicas aquí descritas.

Una vez identificadas mas de una ruta de entrada y salida, es necesario combinarlas con un comportamiento que confunda al observador promedio:  Una técnica infalible es caminar en ruta directa hacia la salida con papel y lápiz en mano; literalmente se le puede pasar por encima a cualquiera sin despertar sospecha de que va es pa' la casa.  Es casi-casi como meter un gol "ordeñando" al arquero.  El papel y el lápiz proveen la falsa ilusión de que se está en medio de algo, y la tendencia observada es a no ser interrumpido.

Si no se cuenta con papel y lápiz, pero se cuenta con la suerte de que el baño y/o la cafetería quedan localizadas cerca de la salida, es necesario caminar exactamente como se camina durante el día cuando realmente te estás dirigiendo a esos recintos sagrados... nuevamente "observación" es clave en ésta técnica: es requisito indispensable el auto-análisis de la manera de caminar cuando uno se dirige a una oficina, a la fotocopiadora, a la planta, a la cafetería, al baño, etc, y notar diferencias... al fin y al cabo hay mucha gente que te está "observando" y saben más de lo que uno se imagina, pero si los puedes confundir con ésta técnica, ya tienes 2 en el bolsillo.  En resumidas cuentas, la técnica numero 2 es caminar hacia la cafetería o el baño, lo cual puede ser una verdad parcial, puesto que la parada puede ser real en preparación a la salida... ante la pregunta desapercibida de ¿a dónde vas?, dependiendo de la persona que la formule y la situación específica, la respuesta puede ser "pa'l baño, pero tranquilo que yo vuelvo..." dejando la respuesta en el aire y en son de broma.  Esta representa una verdad parcial, puesto que evidentemente sí se va a volver, pero al día siguiente... la percepción del comensal puede ser diferente, pero de ahí a que se dé cuenta de la triquiñuela ya es demasiado tarde.

Otra técnica es caminar por toda la planta en ruta a la salida, evitando contacto visual con la gente a toda costa.  Esta técnica requiere un basto conocimiento de cuanto metedero haya en la planta, la localización de todas las personas (especialmente con las que se interactúa) y la habilidad de cambiar dirección casi instintiva, natural e imperceptible que te permita evitar la interacción con cualquier ser humano con el que se tope en esta elaborada salida.  Esta ruta puede ser literalmente comparada con la ruta de la caperucita roja en su famoso cuento, no solo por ser bastante larga, pero también porque puede representar ir directamente a "la boca del lobo".  Esta técnica puede ser completamente exitosa, pero en algunas ocasiones tiene resultados catastróficos (hablando en terminos del objetivo final que es la desaparición impecable).  En una desaparición exitosa, tambié se le puede considerar "impecable", cuando después de la salida alguien pregunta por uno, y otro le responde "yo lo acabé de ver pasar por aquí..."

Crear hábitos de comportamiento y romperlos de vez en cuando puede ser una técnica infalible.  Es decir, si siempre que vas de salida caminas "chilinguiando" las llaves en la mano, silbando, caminando con la lonchera o el maletín en la mano, etc, la gente sabe que vas de salida y ahí es donde se presenta la intercepción.  Si te ven sin lonchera, sin llaves, o cualquiera que sea el hábito o ritual de salida, van a "asumir" que vas pa' otra parte dentro de la planta, menos pa'fuera.  Por ejemplo, después del almuerzo puedes guardar la lonchera diréctamente en el carro, para no tener que cargarla de salida; otro ejemplo es dejar intencionalmente el "rastro caliente" en la oficina, como el saco en el espaldar de la silla o la luz prendida, o dejar papeles con bocetos no importantes con un lapicero encima, etc, que den la impresión de que "ya vuelve".

Fingir una llamada telefónica importante en el celular mientras se dirige a la salida caminando rapidito.  Esta técnica ha sido utilizada ampliamente por mi compañero de crimen, y viéndola desde el punto de vista exterior, la encuentro bastante convincente, puesto que se puede asumir que en realidad no se le puede interrumpir la llamada [creo que es bastante efectiva].  Si no se cuenta con un celular, el mismo efecto se puede conseguir si hablas a solas -medio murmurando- mientras caminas hacia afuera, dando la ilusión de que está pensando cómo resolver una situación, cuando en realidad se está realizando un acto de escapismo de bajo presupuesto.  Aparentar estar molesto, con la mano en el cuello y gesticulando con la otra le añade dramatismo y poder de convencimiento.

También se puede crear una distracción o aprovechar una distracción expontánea que esté ocurriendo en el preciso instante en que se quiera desaparecer, y hasta se pueden buscar aliados que creen distracciones para aprovechar y desaparecer.  En este caso, además de observación y paciencia, se requiere buena memoria para devolver el favor y así asegurar futuras distracciones y exitosos actos de desaparición a través de alianzas.

Mi recomendación final, es crear un "check list" para evitar tener que regresar al cubículo, ya que se corre el riezgo de que en la segunda salida se presente la intercepción.  Llaves - Celular - Lonchera - Saco - Sombrilla - Libro -...

Todas estas técnicas se pueden combinar, alternar, modificar, mejorar, etc; con toda confianza pueden publicar sus técnicas en la zona de comentarios; te las puedes inventar... todo se vale por arrancarnos una sonrisa.  No me hago responsable si decides aplicar una de éstas "técnicas" y te falla; las he escrito en este blog solo por divertirme y por entretenerlos a ustedes (leer nota aclaratoria inicial).  Sigo creyendo que el concepto es bueno, pero delicado; dependiendo de la situación y de las personas que dependen de tu trabajo éstas se valen o no.  Recuerden: responsabilidad y profesionalismo ante todo!  Buena suerte!

3 comentarios:

  1. Hola Pablo,

    Excelente artículo, entretenido, bien redactado y con un buen fondo.

    Saludos,

    Carlos Betancur

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  2. Hombre, Carlos.
    Mil gracias por tu comentario, y me alegra mucho que te haya gustado; la verdad es que me divertí demasiado escribiéndolo...
    Buena suerte!

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  3. Anónimo11:08 a.m.

    Tremendo articulo Pablo, aplicaré alguna de estas tecnicas a la hora de salida... Mucho éxito hermano


    Luis Encarnación

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